Cancillería comparte fiesta-ceremonia de reencuentro con los ancestros, “Wiñay Pacha”, con cuerpo diplomático

La Cancillería como todos los años, organizó la Fiesta-Ceremonia de Reencuentro con los Ancestros, “Wiñay Pacha”, que tradicionalmente se realiza en la conmemoración de Todos Santos y Fieles Difuntos.

El acto estuvo presidido por el Canciller del Estado, David Choquehuanca, del que participaron asimismo, el Cuerpo Diplomático acreditado en Bolivia, autoridades de la Cancillería, funcionarios e invitados especiales.

En el inicio, el Director General de Ceremonial del Estado, Fernando Huanacuni, hizo una introducción y rememoración desde la cosmovisión andina y explicó que “hoy estamos renovando los lazos profundos de afecto, entre nuestra comunidad, la comunidad no solamente es la unidad y estructura social, desde la cosmovisión andina”.

A continuación, compartimos el texto del discurso inicial en la fiesta-ceremonia:

“Para nosotros desde la cosmovisión andina, desde la cosmovisión ancestral, es un día muy importante para nosotros. Hoy estamos renovando los lazos profundos de afecto entre nuestra comunidad, y la comunidad no sólo es la estructura social desde la cosmovisión andina, sino constituyen las montañas, los árboles, los ríos y también nuestros ancestros.

Y hoy en esta fiesta-ceremonia, denominada actualmente Todos Santos y ancestralmente Wiñay Pacha, llegan nuestros ancestros, nuestros seres queridos, hoy los estamos recordando, porque ellos nos han dejado huellas profundas, en su legado de sabiduría en su legado de experiencias, en su legado de amor y de afecto.

Ellos, nos han convocado acá, nosotros estamos aquí producto de un llamado de amor entre padres y madres, desde la cosmovisión ancestral no existe la muerte, cuando nosotros transitamos en lo que se denomina en occidente muerte, es un llamado de amor, cuando venimos aquí, hay ojos, hay abrazos y son los que reciben con profundo cariño hacia nosotros, y cuando estamos para irnos hacia el otro lado, seguro que nos están esperando también,  ojos para vernos profundamente y brazos para abrazarnos profundamente.

Hoy, es un acto muy importante porque renovamos nuestro compromiso en los lineamientos de la cultura de la vida, en los lineamientos de los saberes ancestrales, que siempre han buscando el equilibrio entre todos, en eso nos estamos renovando hoy día.

Hoy es el encuentro profundo y sagrado del tiempo y sagrado de nuestros ancestros, con nuestros padres, con nuestras madres, con nuestros abuelos, con los papás de nuestros hijos, con los abuelos de nuestros padres, todo ellos están siendo convocados.

Desde la cosmovisión ancestral, este tiempo importante del pachakuti, el proceso de cambio es un despertar al retorno de nuestros ancestros y nosotros ya no estamos caminando como wajchas, como huérfanos, como solos,  sino a través de esta renovación de este fiesta ceremonia que estamos caminando junto a ellos, por tanto, juntos estamos reconstituyendo nuestra identidad en ese lineamiento de vivir bien, que es la cultura de la vida.

Yo agradezco profundamente y mi corazón y agradezco a mis ancestros porque son quienes ellos han diseñado este sagrado y profundo camino de la vida y agradecer a todos los hermanos que nos acompañan y un jallalla para nuestros ancestros, un jallalla por todos”.

Seguidamente, el Canciller del Estado Plurinacional, David Choquehuanca, profundizó los elementos que subyacen a la tradición andina, y dijo que esa fiesta es parte de la cultura boliviana porque “no somos de la cultura de la muerte, somos de la cultura de la vida”, por eso a través de las costumbres, los antepasados llegan de diferente forma, hoy (viernes) a medio día y se van mañana (sábado), al medio día.

A continuación les presentamos el discurso del Canciller en la Fiesta-Ceremonia a nuestros ancestros:

“Hermanas, hermanos, Embajadores, a los Organismos internacionales, nuestras hermanas y hermanos Yatiris. Yatiri es una persona que sabe, hermanos de Kalamarka, con alegría hermanos que podamos compartir, como decía nuestro hermano Fernando este llamado de amor, hoy día hemos venido a compartir, los hemos convocado a todos, estamos los  jiwatanakas, es decir, nosotros: jiwasanaka, jupanaka es ellos. Jiwatanakas, es nosotros.

Hoy es el día de los Siwatanakas decimos nosotros,  Siwa es muerte y Jiwa es bonito es bello,  y Jiwatanaka es nosotros, ellos más es nosotros más, ellos más los otros, ese es el día de los jiwatanakas, hoy todos los Siwasanakas, ellos y los Jiwanakas hemos sido convocados por nuestros corazones, hemos sido convocados por  la Tumpa. Tumpa  es el control obligado que existe entre todos nosotros con los otros y los que no están, por eso es especial,

Los otros días practicamos el control obligado entre nosotros nomás, no convocamos a los Jiwatanakas a los que están muertos, la muerte no existe, hasta en cristiano, no mueren sino se van al cielo o se van al infierno, pero no mueren, la muerte no existe  y todos los pueblos siempre recordamos a nuestros antepasados y no solo recordamos si no que estamos con ellos. 

La muerte no existe, hasta en cristiano no mueren sino se van al cielo o se van al infierno. La muerte no existe y todos los pueblos siempre recordamos a nuestros antepasados y hoy, no sólo recordamos sino estamos con nuestros jiwatanakas, recordamos con alegría, con nuestra felicidad, recordamos con nuestros koik’os, con nuestra música, poco a poco estamos recuperando también esto nosotros, vamos a escuchar en las villas, ya no en el centro, koik’os para alegrarnos, no en la zona sur es para asustarnos, los halloween, porque los muertos vuelven dicen, para asustarnos, nosotros no, es para alegrarnos y esto nos está diciendo que la vida no es lineal sino que es cíclica.

Somos aymaras nosotros, los aymaras recordamos esto, preservamos todavía, aymara es también de Kalamarka, tiempos eternos, somos eternos nosotros, somos montaña, somos montaña que camina. Así como en el cristianismo, cuando uno muere, o sea muere entre comillas, se va, cuando algunos se van al infierno y otros al cielo nosotros nos vamos a las montañas.

Por eso decimos somos montañas que caminamos, en algún momento hemos dicho somos árboles, plantas, somos Jaguar, somos Katari, somos serpiente, somos Kalamarca, somos kalawawas eso somos nosotros, somos eternos, no tenemos miedo a la muerte, cómo vamos a tener miedo a algo que no existe, veneramos la vida por eso decimos que somos parte de la cultura de la vida, somos de la cultura de la felicidad, buscamos la felicidad.

Cuando hablamos del Sumaj kausay, o del Suma Qamaña, hablamos de esto, que buscamos la felicidad, la armonía, si encontramos la armonía, eso vamos a encontrar el equilibrio somos de esa cultura.

Por eso en algunos lugares donde no ha llegado el occidente todavía, en el norte Potosí cuando uno muere, baila, no se pone luto, con bandera blanca bailan y nuestros yatiris, ellos nos  dicen “cuando me muera no vas a llorar, vas a bailar, vas a hacer fiesta, porque ya no voy a sufrir”, por eso decimos nosotros, “bien ya se ha muerto, ya no va a sufrir, estamos sufriendo”.

Y cuando llegamos a este mundo, lloramos, llegamos llorando nos hacen llorar y cuando nos vamos decimos ya no va a sufrir, es que nos estamos yendo no hay la muerte, por eso hoy vamos a compartir, hoy día vamos a, nosotros los jiwasanakas, los otros, los jupanakas, más los que no están vamos a compartir, ese llamado de amor, la tumba el control  que tiene que ser, que no nos olvidamos, nunca olvidamos,  ningún pueblo olvida sus antepasados.

Ese pueblo que olvida sus antepasados ya están muertos, no somos de la cultura de la muerte, somos de la cultura de la vida y tenemos que transitar nuestro qapaj ñan, el qapaj ñan es el camino de las personas que buscan el vivir bien, yo considero que todos los seres humanos buscamos no solamente el estar mejor, sino el estar bien.

No solo buscamos el estar bien individual, trabajamos por el estar bien individual, sino buscamos el estar bien colectivo, el Suma Qamaña, el Sumaj kausay y transitamos nuestro qapaj ñan, tenemos nosotros nuestro camino, el qapaj ñan que es el camino para alcanzar la armonía, equilibrio. Hermanos estamos aquí hoy día  para compartir, nos van a orientar aquí están nuestros antepasados.

Pero como nosotros estamos que buscar el estar bien individual, por ese estar bien colectivo, aquí están nuestros hermanos eso es lo que queremos transmitir, es lo que queremos compartir y esos nuestros antepasados, nuestros hermanos llegan de diferente forma así como en Tarija las hermanas llevan sombrero diferente, en Cochabamba llevan un sombrero diferente también, por eso tenemos nuestras costumbres  y nos vamos mañana, y no podemos estar sentados aquí.

Hoy día a medio día, no podemos estar sentados todo el tiempo aquí, nos encontramos tiene su tiempo, tiene su lugar, tiene su espacio  y luego vamos cada uno tiene sus responsabilidades y hoy vamos a estar en nuestras casas y mañana vamos a compartir, en cada lugar, en cada comunidad, recordamos y también me decían, México a armado su propia ceremonia y es que en el mundo recordamos a nuestros antepasados,  en todas partes, en otros lugares está más viva y en otros  está en los libros que están desenterrando recién.

Hermanos yo les agradezco a los que están con nosotros aquí está nuestro hermano Chávez, nuestro hermano Apiaguayki Tumpa, hermanos Kataris, están nuestros hermanos que han caído en El Alto, buscando justicia, están los que han luchado por una vida mejor en la Revolución del ’52,  con todos ellos vamos a compartir hoy día.

 Hoy día llegan. Si ustedes colocan un plato de sopa con una marquita, se seca,  ayer no es igual, hagan ese ejercicio o mañana hagan ese ejercicio. Mañana va a estar lo mismo, hoy día no, se baja, algo hay muchas cosas que no entendemos todavía nosotros porque muchas cosas las tenemos durmiendo en nuestro ser, tenemos tanta potencialidad,

Hermanos les expreso nuevamente nuestra felicidad, nuestra armonía para compartir entre nosotros con los otros.

Jallalla hermanos!

El “Wiñay Pacha” se realizó en el Salón Tiwanaku del Ministerio de Relaciones Exteriores y se rememoró a grandes líderes nacionales, latinoamericanos y mundiales que ya no están entre nosotros.

La tradición, señala que cada año, al inicio de noviembre, retornan las almas o “ajayus” de los seres queridos  a quienes se espera con altares conocidos como “apxatas” o mesas, que incluyen alimentos, bebidas y sobre todo las “tantawawas” (niños de pan), elementos que tienen un especial significado en la festividad de Todos Santos en Bolivia. 

La Paz, 2 de noviembre de 2016

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