La Embajadora Guadalupe Palomeque, funcionarios, residentes y coreanos amigos que asistieron al acto de homenaje al Día del Mar
La Embajada boliviana en Seúl y los residentes bolivianos en aquel país se sumaron, este 23 de marzo de 2014, a los actos de homenaje a la resistencia a la invasión chilena, en una guerra no declarada, tras la cual Bolivia perdió su cualidad marítima extendida en 400 kilómetros de costa.
La embajadora boliviana en Corea, Guadalupe Palomeque, hizo en el acto de recordación, un recuento de lo ocurrido en 1879 y fundamentó porque Bolivia inicio una demanda internacional para reclamar, ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya (CIJ) su derecho de acceso soberano al mar, luego de que por años hizo el reclamo por la vía diplomática del dialogo bilateral y multilateral.
“Ahora, en pleno siglo XXI, son otros los actores que definen la conducción de sus Estados, me refiero a los pueblos, a ese nuevo sujeto de derecho Internacional que está plenamente reconocido en nuestra Constitución Política del estado vigente desde 2009”, dijo la embajadora Palomeque.
Agrego que “bajo esa nueva visión, la ‘Diplomacia de los Pueblos’, por la que luego de más de un centenar de años se determino presentar una demanda ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya, conforme normas del derecho Internacional, lo que no es un acto inamistoso, sino una herramienta que utiliza Bolivia para alcanzar una solución pacífica y definitiva al secular enclaustramiento marítimo”.
“Bolivia, como país pacifista, deposita su confianza ante el más alto tribunal de justicia internacional, para reparar una injusticia histórica, teniendo presente que la demanda y el diálogo permanente, no son excluyentes”, argumentó la autoridad.
Igualmente, Palomeque rindió homenaje al coraje y valentía de nuestros héroes: Genoveva Ríos, la niña que salvo la bandera del ultraje chileno, al niño tamborilero Juancito Pinto, a la enfermera coronela de los Colorados, Ignacia Zeballos, al corneta Pascual Mamani así como a las valerosas “rabonas” (compañeras de los soldados) y a las madres, esposas y hermanas que socorrían a nuestros soldados.
La Embajada boliviana en Seúl y los residentes bolivianos en aquel país se sumaron, este 23 de marzo de 2014, a los actos de homenaje a la resistencia a la invasión chilena, en una guerra no declarada, tras la cual Bolivia perdió su cualidad marítima extendida en 400 kilómetros de costa.
La embajadora boliviana en Corea, Guadalupe Palomeque, hizo en el acto de recordación, un recuento de lo ocurrido en 1879 y fundamentó porque Bolivia inicio una demanda internacional para reclamar, ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya (CIJ) su derecho de acceso soberano al mar, luego de que por años hizo el reclamo por la vía diplomática del dialogo bilateral y multilateral.
“Ahora, en pleno siglo XXI, son otros los actores que definen la conducción de sus Estados, me refiero a los pueblos, a ese nuevo sujeto de derecho Internacional que está plenamente reconocido en nuestra Constitución Política del estado vigente desde 2009”, dijo la embajadora Palomeque.
Agrego que “bajo esa nueva visión, la ‘Diplomacia de los Pueblos’, por la que luego de más de un centenar de años se determino presentar una demanda ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya, conforme normas del derecho Internacional, lo que no es un acto inamistoso, sino una herramienta que utiliza Bolivia para alcanzar una solución pacífica y definitiva al secular enclaustramiento marítimo”.
“Bolivia, como país pacifista, deposita su confianza ante el más alto tribunal de justicia internacional, para reparar una injusticia histórica, teniendo presente que la demanda y el diálogo permanente, no son excluyentes”, argumentó la autoridad.
Igualmente, Palomeque rindió homenaje al coraje y valentía de nuestros héroes: Genoveva Ríos, la niña que salvo la bandera del ultraje chileno, al niño tamborilero Juancito Pinto, a la enfermera coronela de los Colorados, Ignacia Zeballos, al corneta Pascual Mamani así como a las valerosas “rabonas” (compañeras de los soldados) y a las madres, esposas y hermanas que socorrían a nuestros soldados.
La Paz, 24 de marzo de 2014