Canciller presentó el libro “Mercurio en Bolivia: línea base de usos, emisiones y contaminación”

El canciller David Choquehuanca presentó la mañana de hoy junto con la ministra de Medio Ambiente y Agua, Alexandra Moreira, el libro denominado “Mercurio en Bolivia: línea base de usos, emisiones y contaminación” en el salón Tiwanaku de Cancillería. Este documento muestra los avances que realizan ambos ministerios en el marco del cumplimiento de las acciones que recomienda el Convenio de Minamata.

“Sabemos que hay un mineral utilizado en diversas actividades pero no sabíamos cómo esto podía afectar a la salud y no solo de los seres humanos, sino de la Madre Tierra. El mercurio es considerado uno de los metales más tóxicos y es utilizado en la producción de metales, en el papel, artículos médicos, cremas, cosméticos, pilas, porque se dice que tiene una fácil aleación con otros metales”, indicó el canciller Choquehuanca.

El ministro de Relaciones Exteriores afirmó que este metal puede causar daños irreversibles ya que las emisiones de mercurio se trasladan por la atmósfera y por ello es necesario conocer toda la información referida a este tema.

“Estos temas son los que tienen que difundir los medios de comunicación, se debería  implementar una materia que se llame Medio Ambiente para tomar conciencia sobre la salud de la Madre Tierra en las universidades, escuelas e institutos. Estos textos deberían de ser socializados, necesitamos tomar conciencia  y preocuparnos por nosotros, por la vida y por nuestra salud”, dijo Choquehuanca.

Por su parte, la ministra de Medio Ambiente y Agua, Alexandra Moreira, resaltó que gracias a esta publicación Bolivia contará por primera vez con un documento de carácter técnico – científico acerca del mercurio y acotó que es producto de un trabajo conjunto entre la Cancillería y el Ministerio de Salud.

“Si bien habían diferentes investigaciones desarrolladas por expertos, con este documento  hemos podido albergar todos estos estudios para dar a Bolivia una línea base que nos va  ayudar en el trabajo que tenemos que cumplir en el marco del Convenio de Minamata que pretende disminuir a nivel internacional el uso del mercurio”, indicó la ministra Moreira.

El 17 de noviembre de 2015, Bolivia suscribió este convenio mundial que tiene dos objetivos: reducir las emisiones o liberaciones de mercurio al medio ambiente y atmósfera; y reducir paulatinamente el uso y el desecho de los productos que contienen este elemento, explicó Moreira y agregó que el mercurio es un metal que debido a su toxicidad puede llegar a afectar al cerebro y al sistema inmunológico.

“Hasta 2014 se han realizado 277 estudios para desarrollar este trabajo que permitirá  elaborar acciones y estrategias con diferentes cooperaciones para dar alternativas al uso del mercurio en Bolivia”, afirmó la ministra Moreira.

En esta presentación participó Carlos Molina, investigador de la carrera de Biología de la Universidad Mayor de San Andrés quien explicó que los resultados preliminares de la investigación realizada indican que Bolivia estaría contribuyendo con altos índices de contaminación por mercurio por la actividad minera que representa una de las mayores contribuciones en las emisiones de este metal. Mientras que Mirtha Velásquez, especialista en gestión de Biodiversidad del Ministerio de Medio Ambiente y Agua, expuso acerca de los efectos del mercurio en la salud humana que pueden ser perjudiciales para los sistemas nervioso e inmunitario.

Como lo establece el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente PNUMA, el Convenio de Minamata sobre el Mercurio es un tratado mundial y jurídicamente vinculante que se abrió a la firma en octubre de 2013, como resultado de un acuerdo alcanzado por los gobiernos en enerode ese año. “El Convenio de Minamata prevé controles y reducciones en una amplia gama de productos, procesos e industrias en los que se utiliza mercurio o que lo liberan o emiten. El tratado también se ocupa de la extracción directa de mercurio, la exportación e importación del metal y el almacenamiento del mercurio de desecho en condiciones de seguridad. Gracias al cumplimiento de las obligaciones del nuevo tratado se podrán identificar las poblaciones en situación de riesgo, se impulsará la atención médica y se impartirá una mejor formación a los profesionales de la salud en la detección y el tratamiento de los efectos derivados del mercurio”.

La Paz, 1 de septiembre de 2016

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