En el marco de la Resolución 55/76 de la Asamblea General de las Naciones Unidas, que declara el 20 de junio como el “Día Mundial del Refugiado”, la Comisión Nacional del Refugiado de Bolivia (CONARE), dependiente del Ministerio de Relaciones Exteriores, en coordinación con la Defensoría del Pueblo, inauguró la muestra fotográfica “Con miradas de esperanza”, proporcionada por el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y que tiene como objetivo visibilizar la difícil realidad que enfrentan las personas solicitantes de refugio y en condición de refugio alrededor del mundo.
“Estas imágenes que nos rodean reflejan la cruda realidad de las personas en condición de refugio alrededor del mundo. Los refugiados atraviesan circunstancias extremadamente difíciles y necesitan el esfuerzo colectivo de la sociedad para reconstruir sus vidas, así como el apoyo para el reconocimiento y respeto de sus derechos”, afirmó la Canciller.
La Ministra también enfatizó que Bolivia respeta y promueve una cultura de paz y vida, lo que refuerza la continua necesidad de apoyo y protección para quienes se ven obligados a huir de sus países. A través de eventos como este, Bolivia reafirma su compromiso con los principios de humanidad y solidaridad, trabajando de la mano con la comunidad internacional para garantizar los derechos y el bienestar de los refugiados.
La exposición, inaugurada en el salón Tiwanaku de la Cancillería, presenta una serie de fotografías que documentan fragmentos de historias personales y familiares que han tenido que abandonar sus hogares debido a temores de ser perseguidos por motivos de raza, religión, nacionalidad, pertenencia a determinado grupo social u opiniones políticas, entre otros. A través de estas imágenes, se destaca la resiliencia de los refugiados y la urgencia de una respuesta humanitaria y solidaria a nivel global.
El país actualmente acoge a personas de diferentes nacionalidades en condición de refugiados que tienen su residencia principalmente en el eje troncal del país. Además, en el marco del apoyo a las personas y familias refugiadas, el Estado brinda asesoramiento legal, apoyo en acceso a la salud, educación, fuentes laborales, prevención de situaciones de inseguridad y violencia.



