El Ministerio de Relaciones Exteriores abre sus puertas por primera vez en la Larga Noche de Museos

Por primera vez en su historia, y en el marco del Bicentenario de Bolivia, el Ministerio de Relaciones Exteriores participó de la Larga Noche de Museos, permitiendo que la población acceda a sus salones protocolares y conozca de cerca los tesoros históricos, artísticos y simbólicos que resguarda esta emblemática institución diplomática.

Durante más de cinco horas, cientos de jóvenes y familias recorrieron espacios que usualmente están reservados para embajadores, representantes y visitas oficiales, como el Salón Samaipata y la histórica Marmolera. Cada uno de estos y otros ambientes incorpora elementos de la identidad indígena, la historia republicana y la diplomacia moderna.

Entre los principales atractivos se encontraron piezas patrimoniales como la bandera original de la Confederación Perú-Boliviana (1836-1839), el uniforme diplomático de gala del excanciller Eduardo Diez de Medina, cronómetros marinos del siglo XIX y retratos de delegaciones históricas, como la que participó en la fundación de las Naciones Unidas en 1945.

Destacaron también los murales “Hacia el Mar”, de Miguel Alandia Pantoja, y “El Gran Viaje”, de Luis Zilveti, que representan la memoria histórica del país, su vocación marítima y la diversidad cultural que define a Bolivia. Estas obras fueron especialmente valoradas por los visitantes, que pudieron apreciar su riqueza simbólica en un entorno lleno de solemnidad y significado.

La iniciativa que se enmarca en la celebración del Bicentenario del Bolivia, forma parte del compromiso del Ministerio de acercar la diplomacia a la ciudadanía y visibilizar el legado histórico y cultural que guarda en sus instalaciones. No solo se trata de relaciones exteriores, sino también de memoria, identidad y soberanía cultural.

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