Los refugiados son personas desplazadas de su país por dificultades y a veces no tienen tiempo siquiera para llevar sus documentos; son perseguidos y buscan justicia, por eso necesitan ayuda, dijo el canciller David Choquehuanca, en el Taller para periodistas sobre esta temática.
En el acto, en homenaje al Día Mundial del Refugiado (20 de julio) participaron la Pastoral de Movilidad Humana, la Agencia de la ONU para los Refugiado ACNUR, así como representantes institucionales ante la Comisión Nacional del Refugiado CONARE y dos personas refugiadas en Bolivia que dieron su testimonio.
Choquehuanca recordó las palabras del Presidente en la reciente Cumbre CELAC-Unión Europea en Bruselas: “ningún ser humano debe ser considerado ilegal; los migrantes no son criminales; por eso debemos trabajar en una ciudadanía universal”.
“Todos somos hermanos pero algunos enfrentan dificultades, por guerras, dictaduras, desastres naturales y otros fenómenos. Y Bolivia ha ratificado las convenciones internacionales sobre refugiados y estamos obligados a ayudar”, dijo la autoridad.
Por su parte, el Presidente de la CONARE, Cesar Siles, resumió las funciones y atribuciones así como los procedimientos para conceder refugio a personas desplazadas que llegan a Bolivia. Precisó que la Constitución Política del Estado, la Ley 159 de Protección a Personas Refugiadas y su Decreto Reglamentario Nº 1440, son las normas más avanzadas en materia de refugiados.
Las normas bolivianas permiten acoger a los refugiados, cuando cumplen requisitos pero también la Ley busca la plena inserción del refugiado en la sociedad boliviana, “porque tratamos de darles condiciones, de documentación, educación, salud, vivienda y fuente laboral”, dijo.
Siles indicó que en Bolivia existen procedimientos muy claros para conceder, o negar, refugio a personas desplazadas y que actualmente se tienen, 865 refugiados, 135 solicitudes denegadas, 199 personas que abandonaron el país, 24 casos revocados, 10 casos de repatriación y 12 nuevas solicitudes.
El presidente de CONARE agradeció el apoyo de ACNUR y de la Pastoral de Movilidad Humana de la Iglesia Católica, por el trabajo de apoyo directo en la atención de los casos de personas refugiadas.
Igualmente, el RP Ildo Grizz, Responsable de Pastoral de Movilidad Humana, remarcó que los refugiados “son personas normales que pasan situaciones fuera de lo normal”, lema de este nuevo aniversario del Día del Refugiado.
Recordó que los desplazados son personas que pasan situaciones de incertidumbre, de los padres, esposas, hijos, especialmente cuando se tienen casos de violencia.
“En el mundo tenemos 50 millones de personas refugiadas y muchas de ellas deben enfrentar situaciones de xenofobia, discriminación y hasta rechazo. Pero aun así, los refugiados realizan esfuerzos para integrarse ante quienes les abren los brazos”, recalcó Grizz.
A su vez, la ciudadana colombiana Norelvi Vides Pereira, recordó que antes de venir a Bolivia, su esposo fue detenido y torturado, su familia destruida y que en su país existen 6 millones de víctimas de la violencia y 45.000 desaparecidos. “Lo más difícil es dejar la familia, las pertenencias; y llegamos aquí solo con la esperanza de vivir”, dijo.
El ciudadano Jorge Luis Daguer, refugiado colombiano, dio su testimonio e indicó que escapó de su país por ser activista de derechos humanos y porque asesinaron a su hermano menor de edad; “si no salía de mi país, me mataban”, expresó. Ahora estudia Ciencias Políticas en la UMSA.
La Paz, 19 de junio de 2015