El Estado Plurinacional de Bolivia está activamente comprometido a avanzar a través de la iniciativa liderada por la ONU en la Cumbre sobre los Sistemas Alimentarios que aborda uno de los problemas más urgentes que el mundo enfrenta hoy en día. Sin embargo, es necesaria la preparación para plantear los problemas estructurales del sistema global alimentario de manera adecuada y no parcializada. Con este fin, es necesario devolverle su lugar al conocimiento agrícola tradicional y local para establecer un diálogo inter-científico.
La Cumbre sobre los Sistemas Alimentarios de las Naciones Unidas debe convertirse en una representación real de los intereses de los sistemas tradicionales y de pequeños agricultores, garantizando así la reducción del hambre, la creación de empleo, la generación de crecimiento económico en las comunidades rurales y la garantía de la integridad del suelo, el agua, los bosques y otros recursos de los ecosistemas.
Bolivia encierra una multitud de sistemas alimentarios que tienen como sostén principal dos corrientes; por un lado, el Sistema de Producción Alimentario basado en la Agricultura Tradicional (SPAAT) compuesto por sistemas de producción y distribución liderados por pequeños agricultores, campesinos e indígenas y redes locales de comercialización y abastecimiento, articulados en torno a unidades productivas familiares y comunitarias; y por otro lado, el Sistema Alimentario basado en la Agroindustria (SAA) y tiene como sostén los sistemas productivos agroindustriales de producción de mediana y gran escala principalmente, ligados a cadenas de insumos importados y mecanismos de exportación de orden regional y global.
La Declaración Política del Estado Plurinacional de Bolivia sobre los Sistemas Alimentarios hizo énfasis en varios puntos importantes. Uno de ellos fue la importancia de la contribución de los sistemas alimentarios al desarrollo integral de los países y de los pueblos para Vivir Bien. Además, hace mención a la desigualdad que existe para los sistemas alimentarios basados en la agricultura tradicional, familiar y comunitaria, debido que fueron desplazados a segundo plano por un sistema alimentario basado en la producción capitalista.
Asimismo, destaca la necesidad de avanzar en el ámbito global y nacional hacia sistemas alimentarios que tienen como base la producción social y comunitaria. La Declaración reconoce que el Estado Plurinacional de Bolivia tiene como sostén esencial a las naciones y pueblos indígenas originarios, campesinos, comunidades interculturales y pueblo afroboliviano, ya que muchos de ellos históricamente tienen como modo de vida la producción de alimentos. Ellos son quienes conforman el Sistema de Producción Alimentario basado en la Agricultura Tradicional (SPAAT), el cual necesita de promoción para su fortalecimiento y debe ser visibilizado en la próxima Cumbre sobre Sistemas Alimentarios promovida por las Naciones Unidas.
Finalmente, reconoce que la pandemia de la COVID-19 tuvo un impacto económico, social y sanitario en las naciones y pueblos indígenas originarios, campesinos, comunidades interculturales y pueblo afroboliviano, sin embargo, estas poblaciones la combatieron con la producción local de alimentos nutritivos. No obstante, los daños y pérdidas ocasionadas por el cambio climático limitaron el desarrollo productivo de sistemas alimentarios del Vivir Bien.
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